■ Cualquier sensación de dolor comienza con la activación de neuronas especializadas en el lugar de la lesión. Las neuronas, o células nerviosas, pueden dividirse en tres grandes tipos: neuronas autónomas, que se encargan de los procesos automáticos de nuestro cuerpo, como la respiración, la digestión y el ritmo cardíaco; neuronas motoras, que controlan el movimiento; y neuronas sensoriales, que transmiten la información de nuestros sentidos.

■ El dolor es un proceso sensorial que se transmite a través de las neuronas sensoriales. Más concretamente, el dolor es transmitido por un subtipo de neuronas sensoriales llamadas nociceptores, que pueden dividirse a su vez en varios tipos diferentes, cada uno de los cuales responde a un tipo distinto de dolor: presión, calor, cortes, inflamación e incluso cambios químicos.

■ También hay tipos de nociceptores rápidos y lentos. Los nociceptores rápidos responden al dolor intenso. Los nociceptores lentos transmiten información sobre un dolor sordo o molesto. En otras palabras, cuanto más urgente es la información, más rápido viaja.

■ Los nociceptores pueden encontrarse en cualquier parte del cuerpo que pueda verse afectada por algo dañino o por una lesión interna, incluyendo la piel, los músculos, los huesos, las articulaciones y los órganos internos. La mayoría de los nociceptores envían información que se interpreta como dolor dentro de los centros superiores del sistema nervioso. Su trabajo consiste en detectar los estímulos que pueden indicar un daño posible -o real- en el cuerpo.

En términos más sencillos, los nociceptores son un mecanismo de defensa. Su función básica es enviar un mensaje sobre un evento que está dañando tu cuerpo. Ese mensaje viaja a través del cuerpo hasta el cerebro por el sistema modulador del dolor descendente (DPMS).

■ Las terminaciones nerviosas nociceptivas y los nervios que transportan las señales de dolor forman parte del sistema nervioso periférico, que se refiere a todos los 100.000 millones de neuronas que se encuentran fuera del cerebro y la médula espinal.

■ Estas neuronas se alinean en largas redes ramificadas de fibras nerviosas. Los grupos de fibras nerviosas entrelazadas se denominan plexos. Los plexos acaban desembocando en la columna vertebral, que conduce al tronco cerebral y a las demás estructuras principales del cerebro.

■ Cuando los nociceptores detectan un daño, envían impulsos eléctricos por las vías nerviosas hacia la columna vertebral hasta que encuentran un tipo especializado de célula nerviosa llamada interneurona. Las interneuronas conectan múltiples nervios en la columna vertebral y actúan como puertas, controlando qué mensajes llegan a las estructuras más profundas de la columna vertebral y el cerebro.

Las interneuronas abren la puerta a las sensaciones agradables y cierran la puerta a los estímulos dolorosos. Esto se llama la teoría del control de la puerta del dolor.

■ La columna vertebral tiene tres trabajos importantes en la gestión de la señal de dolor:

  1. Gestiona sus respuestas motoras automáticas al dolor enviando la señal adecuada a las neuronas motoras cercanas al lugar de la lesión.
  2. Clasifica todas las diferentes señales de tu sistema nervioso periférico y las prioriza.
  3. Envía la señal al cerebro.